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Gestión de la protección y seguridad en residencias de ancianos y centros asistenciales

El aumento de la esperanza de vida que ha experimentado nuestra sociedad en las últimas décadas, junto con la idiosincrasia de los núcleos familiares actuales (ambos miembros de la pareja con actividad profesional, horarios, cuidado y atención de hijos de corta edad…), ha conducido a que los servicios que prestan las residencias de ancianos, unidades de estancia diurna y demás centros asistenciales para mayores, sean cada vez más demandados.

En este post queremos trasladar una serie de medidas que contribuyen a mejorar la seguridad y protección de los ocupantes de estos centros, considerando su especial vulnerabilidad, al tratarse de personas que, en un gran porcentaje, presentan movilidad reducida o capacidades cognitivas disminuidas.

Inspección inicial del edificio y sus instalaciones

Antes de realizar una planificación de actuaciones, es recomendable conocer el estado en el que se encuentra el edificio y sus instalaciones en aquellos aspectos que puedan afectar a la seguridad de residentes y trabajadores.

Para ello, lo más indicado, es la realización de una visita de inspección por parte de un técnico cualificado y la elaboración posterior de un informe en el que se expongan las deficiencias encontradas o la oportunidades de mejora.

A partir de este informe, se desarrollaría un plan de actuaciones en base a la prioridad de las medidas a adoptar y la inversión necesaria para su ejecución.

En muchas ocasiones se consiguen mejoras considerables en el nivel de protección del centro sin realizar esfuerzos económicos importantes.

Actualización e implantación del Plan de Autoprotección

La Norma Básica de Autoprotección aprobada por el RD 393/2007, establece la obligatoriedad de contar con un Plan de Autoprotección a aquellos establecimientos:

en los que se desarrollan actividades de residencia o centros de día destinados a ancianos, discapacitados físicos o psíquicos, o aquellos en los que habitualmente existan ocupantes que no puedan realizar una evacuación por sus propios medios y que afecte a 100 o más personas”.

Particularmente, cada Comunidad Autónoma, dispone de su propia reglamentación al respecto. Como ejemplo, en el caso de Andalucía, la ORDEN de 5 de noviembre de 2007, por la que se regula el procedimiento y los requisitos para la acreditación de los centros para personas mayores en situación de dependencia en Andalucía, establece en su Anexo II:

En todos los Centros existirá un manual de autoprotección que deberá ser implantado y estar expuesto en la entrada principal del edificio o en el cajetín situado en la fachada principal del edificio con el rótulo de «uso exclusivo de bomberos».

Los Centros deberán contar con un Plan Anual de Formación para sus trabajadores/as a fin de conocer la normativa de Protección y Seguridad, así como el Manual de Autoprotección del edificio.

Estos planes deberán hacer mención especial a los sistemas de evacuación ante situaciones de riesgo, con especial consideración a las necesidades de las personas usuarias”.

Inicialmente, los planes de autoprotección son elaborados para la solicitud y tramitación administrativa de los distintas autorizaciones para el inicio de la actividad. Posteriormente, en muchas ocasiones, se olvida que la utilidad más importante de este documento, la de servir de herramienta para garantizar la protección de las personas y bienes, reside en su permanente actualización e implantación:

• Revisión del documento y actualización en base al estado actual del edificio.

• Programas de formación teórica y práctica a través de los cuales se garantice la operatividad y eficacia de los planes de actuación en emergencias.

• Conocimiento por parte del personal del centro de las posibles discapacidades físicas y cognitivas de los residentes, particularizando para cada uno de ellos, para prever las reacciones de estas personas ante una posible situación de emergencia y disponer de los medios y recursos adecuados para posibilitar su evacuación en caso necesario.

• Realización de simulacros que permitan evaluar la eficacia de plan de actuación y poner los medios que sean necesarios para resolver sus posibles deficiencias.

Gestionar una emergencia con personas discapacitadas

El elevado porcentaje de personas con algún tipo de discapacidad en residencias y centros asistenciales, hace mucho más compleja la gestión de una emergencia.

Este hecho supone que la continua formación del personal y su conocimiento sobre los protocolos de actuación, sean esenciales para poder evitar o minimizar los daños que puedan sufrir los residentes.

continuación se detallan algunas pautas y recomendaciones de carácter general publicadas por GEDES (Grupo de Trabajo de Educación, Discapacidad, Emergencia y Seguridad), que pueden ayudar, al personal de estos centros, en una posible situación de emergencia:

En este enlace puedes descargarte pautas de intervención más especificas en base al tipo de trastorno o discapacidad que pueda presentar el residente.

Es también muy recomendable que, dentro del programa de actividades y talleres que se suelen organizar en estos centros, se incluyan jornadas formativas adaptadas a las capacidades de los distintos grupos de residentes en donde, a través de juegos, prácticas, material audiovisual…se familiaricen y conozcan las normas de actuación en caso de emergencia.

Os recomendamos que visitéis nuestros post Cómo asegurar la protección de personas con discapacidad en donde se detallan algunos recursos que pueden ser muy útiles para mejorar los niveles de protección y seguridad de residencias y centros asistenciales.

Control de accesos y salidas de emergencia

Un problema habitual con el que se enfrentan los directores y gestores de estos centros es el de compatibilizar el control y restricción de accesos de determinadas puertas, con el cumplimiento normativo en cuanto a salidas de emergencia se refiere.

Algunos centros disponen de salidas de evacuación cuya apertura está restringida por mecanismos y dispositivos electrónicos que no cumplen con los requisitos legales y no garantizan una adecuada operatividad para su uso y desbloqueo en caso de emergencia.

En este aspecto, la normativa a avanzado proponiendo sistemas de control que garanticen la plena operatividad y uso de las salidas en caso de ser necesaria una evacuación del centro.

Concretamente la Normativa UNE-EN 13637:2015: Sistemas de salida controlados eléctricamente para su uso en recorridos de evacuación, establece las características y requisitos que deben disponer estos sistemas.

La protección y seguridad de nuestros mayores y de las personas más vulnerables debe ser una prioridad en la gestión de residencias, unidades de estancia diurna y nocturna, centros sociales…

ENION Ingeniería & Protección se pone a tu disposición para asesorarte y ayudarte a mejorar y optimizar la seguridad de tu centro. No dudes en contactar con nosotros.